La sexualidad es un tema controvertido, y si lo aunamos al fenómeno de la discapacidad nos encontramos con personas que se encuentran sujetas a estereotipos y prejuicios. Esta publicación tiene como propósito colaborar a normalizar la sexualidad en aquellas personas en situación de discapacidad,
Son abrumadores los complejos procesos por los cuales se excluyen de forma sistematizada a la discapacidad. Esto llega a corromper sus propias identidades a través de las connotaciones sociales que son adheridas a a la imagen que se tiene de la corporalidad sexual «normal», esto es consecuencia de la imagen derivada de la publicidad sobre los cuerpos perfectos.
Todas los seres humanos tenemos derecho a ejercer nuestra sexualidad de forma libre y plena, sin embargo, como en anteriores post explicaba, la discapacidad es vista de forma infantilizada, y esto afecta a la imposición de terceros sobre los deseos reproductivos y sexuales de dicho colectivo.
El sentido de protección paternalista provoca actitudes negacionistas, tanto parentales como del entorno. Debemos destacar que no solamente se trata de sexualidad, sino de generar espacios de intimidad y de respeto hacia el derecho de todas las personas de expresar sus deseos.
Es por ello, que debemos apoyar de forma total vida independiente de las personas en situación de discapacidad en todas sus dimensiones .
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Llevar a cabo educación sexual tanto para las familias como para lxs mismxs usuarixs fortalecería la propia calidad de vida a través de la promoción de la salud y prevención de riesgos. Educar es el primer paso para que tanto las familias acepten el desarrollo sexual de dichxs, así como, el respeto hacia el cuerpo con el fin, nada más y nada menos, que de crear amor y aceptación sobre el autoconcepto de todas las personas con cualquier tipo de discapacidad.