La digitalización en el ámbito de la intervención social trae consigo importantes oportunidades, tal y como hemos analizado en artículos anteriores, pero también grandes responsabilidades. Una de las más críticas es proteger la privacidad y los derechos de las personas atendidas, especialmente cuando pertenecen a colectivos vulnerables.
Por ello, es imprescindible aplicar de forma rigurosa una serie de protocolos de protección de datos, tal como recomiendan la Comisión Europea (2025) y la Ley Orgánica 3/2018 (LOPDGDD) entre otras fuentes. En este artículo resumimos los principios y medidas clave que toda entidad social debería tener presentes.
1. Cumplimiento normativo
Cualquier entidad o profesional que trate datos personales debe cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD). Estas normativas establecen el marco jurídico aplicable en España y la UE para proteger los derechos digitales de la ciudadanía.
2. Consentimiento expreso e informado
Es obligatorio solicitar el consentimiento explícito, específico e informado antes de tratar cualquier dato personal. Esto implica explicar de forma clara:
- Quién trata los datos
- Con qué finalidad
- Durante cuánto tiempo
- Si se cederán a terceros
En el caso de menores de 14 años, el consentimiento debe proporcionarlo su madre, padre o representante legal.
3. Delegado/a de Protección de Datos (DPO)
Si tu entidad gestiona datos a gran escala o datos especialmente sensibles (como los de salud), es necesario designar una persona Delegada de Protección de Datos. Esta figura se encarga de supervisar el cumplimiento normativo y actúa como enlace con las autoridades de protección de datos.
4. Medidas técnicas y organizativas de seguridad
La protección de datos va más allá del papel: es necesario aplicar medidas concretas como:
- Cifrado de la información
- Control de accesos y contraseñas robustas
- Sistemas de copias de seguridad
- Protocolos de restauración ante incidentes
- Evaluaciones de riesgos periódicas
Copias de seguridad: tu red de seguridad digital
Tener un sistema de respaldo fiable es clave para prevenir pérdidas de información. Las copias deben:
- Realizarse de forma automática y periódica
- Almacenarse en ubicaciones seguras (idealmente, combinación local + nube)
- Estar cifradas
- Probarse con regularidad para garantizar su restauración
- Cumplir con los plazos de conservación legalmente establecidos
Tipos de copias de seguridad:
- Manual o desestructurada: sin automatización ni control de versiones
- Completa: copia íntegra de todos los datos seleccionados
- Incremental: solo copia lo que ha cambiado desde la última copia (incremental o completa)
- Diferencial: copia los cambios desde la última copia completa
- En espejo: refleja en tiempo real los datos originales en otro dispositivo
5. Protección de datos desde el diseño y por defecto
Siguiendo el principio de “minimización de datos”, se deben diseñar los sistemas y formularios para que recojan solo los datos estrictamente necesarios. Menos datos = menos riesgos.
6. Registro de actividades de tratamiento
Es obligatorio documentar:
- Qué datos se tratan
- Con qué finalidad
- Quién accede a ellos
- Cuánto tiempo se conservan
Este registro permite tener trazabilidad y control sobre la gestión de los datos personales.
7. Información clara y derechos de las personas
Las personas usuarias tienen derechos que deben poder ejercer de forma sencilla: acceso, rectificación, supresión, oposición, portabilidad y limitación del tratamiento. La entidad debe informar sobre estos derechos y facilitar canales adecuados para gestionarlos.
8. Notificación de brechas de seguridad
Si se produce una filtración o incidente que afecte a los datos personales, es obligatorio notificarlo a la Agencia Española de Protección de Datos en un plazo máximo de 72 horas. Si el riesgo es alto, también debe informarse a las personas afectadas.
¿Por qué es tan importante?
Una gestión adecuada de los datos personales no solo es una obligación legal: es una cuestión ética. En la intervención social digital, especialmente con personas en situación de vulnerabilidad, garantizar la seguridad de su información es proteger también su dignidad, su integridad y sus derechos fundamentales.
Si necesitas formación específica sobre protección de datos en el ámbito de la intervención social digital, no dudes en contactar conmigo a través de Estela Social. Estaré encantada de ayudarte a fortalecer la seguridad y la ética digital en tu práctica profesional.